Un nuevo estudio ha descubierto que las olas más altas en el Océano Ártico pueden provocar la formación de más nubes de hielo. Esto se debe a que las olas generan espuma marina, que contiene pequeñas partículas sobre las que se pueden formar cristales de hielo.
El estudio fue realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Washington y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Utilizaron datos de una expedición de investigación al Océano Ártico en 2018 para estudiar la relación entre las olas y las nubes de hielo.
Los investigadores descubrieron que cuando las olas eran más altas, había más partículas de espuma marina en el aire. Estas partículas proporcionaron una superficie para que se formaran cristales de hielo, lo que condujo a la formación de más nubes de hielo.
Los investigadores también descubrieron que el tamaño de las partículas de espuma marina afectaba el tamaño de los cristales de hielo. Las partículas más pequeñas de espuma de mar produjeron cristales de hielo más pequeños, mientras que las partículas más grandes de espuma de mar produjeron cristales de hielo más grandes.
Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones para el sistema climático. Las nubes de hielo reflejan la luz del sol hacia el espacio, lo que ayuda a enfriar el planeta. Por lo tanto, más nubes de hielo podrían provocar un clima más frío.
El estudio también tiene implicaciones para el pronóstico del tiempo. Al comprender la relación entre las olas y las nubes de hielo, los meteorólogos pueden predecir mejor el clima en el Océano Ártico.
Este estudio es una contribución importante a nuestra comprensión del sistema climático del Ártico. Al comprender cómo las ondas afectan las nubes de hielo, podremos comprender mejor cómo está cambiando el clima del Ártico y cómo podría cambiar en el futuro.