Hipótesis del impacto gigante:
Según la hipótesis del impacto gigante, la Luna se formó como resultado de una colisión entre la Tierra y un objeto del tamaño de Marte llamado Theia hace unos 4.500 millones de años. Esta colisión provocó que una parte importante del manto de la Tierra fuera expulsada al espacio y finalmente se fusionara formando la Luna.
Nuevo modelo de formación lunar:
Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Astronomy presenta una versión actualizada de la Hipótesis del Impacto Gigante. Utilizando sofisticadas simulaciones por computadora, investigadores de Alemania, Estados Unidos y Japón crearon un modelo detallado que simula la colisión y la posterior evolución de los escombros.
Hallazgos clave:
El nuevo modelo sugiere que la colisión entre la Tierra y Theia no fue un impacto directo y frontal. En cambio, fue más bien un golpe indirecto, con Theia golpeando la Tierra en ángulo. Este ángulo de impacto puede explicar algunas de las características únicas de la Luna.
El escenario del impacto indirecto propone que la colisión liberó una cantidad significativa de energía, impulsando una porción sustancial del manto de la Tierra a la órbita. El material expulsado de la Tierra permaneció ligado gravitacionalmente al planeta y finalmente se fusionó, formando la Luna.
El nuevo modelo también predice que el núcleo y el manto de Theia se fusionaron con la Tierra durante la colisión, contribuyendo a la composición general de la Tierra. Esto puede haber influido en la evolución geológica y química temprana de la Tierra, incluida la formación de la corteza del planeta.
Implicaciones para la composición de la Luna y la Tierra primitiva:
La Hipótesis del Impacto Gigante actualizada proporciona una posible explicación para varias características geológicas y químicas de la Luna. Por ejemplo, explica la densidad relativamente baja de la Luna y su similitud en composición con el manto de la Tierra.
El modelo también implica que la Tierra puede haber perdido una porción sustancial del material de su manto durante la colisión, dando forma a la evolución geológica y química temprana de la Tierra. Esto podría haber influido en la formación de la atmósfera y los océanos primitivos de la Tierra.
Explorando nuevas teorías y evidencia:
Si bien la nueva investigación ofrece información valiosa sobre la secuencia de eventos durante la formación de la Luna, enfatiza la naturaleza continua de la investigación científica. Los científicos continúan explorando hipótesis alternativas y recopilando nuevos datos, como muestras de la superficie de la Luna, para refinar aún más nuestra comprensión de cómo surgió nuestro vecino cósmico.