Un experimento, conocido como experimento de liberación etiquetada, implicó agregar una solución nutritiva que contenía carbono radiactivo al suelo marciano. Si hubiera microorganismos vivos presentes, se esperaba que captaran el carbono y lo liberaran en forma de dióxido de carbono radiactivo. Sin embargo, los resultados de este experimento fueron ambiguos y no pudieron atribuirse definitivamente a la presencia de organismos vivos.
Otro experimento, conocido como cromatógrafo de gases-espectrómetro de masas (GC-MS), fue diseñado para analizar la composición del suelo y la atmósfera marcianos. El GC-MS detectó varias moléculas orgánicas en el suelo, pero no pudieron identificarse definitivamente como evidencia de vida.
A pesar de los resultados no concluyentes de los experimentos Viking, la búsqueda de vida en Marte continúa. Las futuras misiones a Marte pueden proporcionar respuestas más definitivas a la pregunta de si el planeta alguna vez albergó vida.