Rivalidades políticas:
El reinado del rey Jorge III estuvo marcado por la agitación y el conflicto políticos, con varias facciones políticas compitiendo por el poder. Su lucha contra la enfermedad mental brindó una oportunidad para que sus oponentes políticos desafiaran su autoridad y socavaran su posición. Propagaron rumores de que su locura era fingida o exagerada para manipular los acontecimientos en beneficio personal.
Influencia de los Whigs:
El partido Whig, que se oponía al rey Jorge III y al partido conservador gobernante, jugó un papel importante en la difusión de estas teorías de conspiración. Intentaron retratar al rey como no apto para gobernar y a su esposa, la reina Carlota, como una mujer ambiciosa e intrigante que lo manipulaba. Folletos, caricaturas políticas y artículos periodísticos alimentaron estas narrativas.
Falta de comprensión sobre las enfermedades mentales:
En el siglo XVIII, el conocimiento y la comprensión de los problemas de salud mental eran limitados. Las enfermedades mentales a menudo se atribuían a causas sobrenaturales o se veían como un signo de debilidad o fracaso moral. Esta falta de comprensión científica permitió que las teorías de la conspiración florecieran y fueran ampliamente aceptadas.
El papel de la reina Carlota:
La reina Charlotte enfrentó desafíos en su papel de reina consorte nacida en el extranjero. Algunas personas la miraban con sospecha y resentimiento. Se difundieron rumores de que ella estaba planeando controlar la monarquía e influir en el gobierno entre bastidores, particularmente durante los períodos de enfermedad del rey Jorge III.
Impacto de la crisis de la regencia:
La crisis de la regencia de 1788-1789, cuando la salud mental del rey Jorge III se deterioró gravemente, puso estas teorías de conspiración en primer plano. Los Whigs aprovecharon la oportunidad para impulsar una regencia, con el Príncipe de Gales (más tarde Rey Jorge IV) como regente. Esto aumentó el interés del público por el estado mental del rey y alimentó aún más las especulaciones sobre el papel de la reina Carlota.
Papel de la prensa:
La creciente influencia de la prensa y el auge del periodismo sensacionalista contribuyeron a la difusión de estas teorías de conspiración. Los periódicos y panfletos aprovecharon la fascinación del público por la familia real y publicaron historias lascivas y rumores sobre la locura del rey Jorge III y las ambiciones de la reina Carlota.
Con el tiempo, estas teorías de la conspiración quedaron arraigadas en la cultura popular y las narrativas históricas. Sin embargo, los avances en el conocimiento médico, la investigación histórica y una mejor comprensión de la salud mental han arrojado luz sobre la verdadera naturaleza de la enfermedad del rey Jorge III y han disipado muchas de estas afirmaciones sin fundamento.