Los científicos consideran numerosos factores contribuyentes:
1. Intervención humana:La expansión de las primeras poblaciones humanas durante esta época y su participación en la caza y las alteraciones del hábitat desempeñaron un papel importante en las extinciones de la megafauna. La caza excesiva, la destrucción del hábitat y la competencia por los recursos ejercen una presión significativa sobre muchas especies de animales grandes.
2. Cambio climático:si bien es cierto que el final del Pleistoceno marcó la transición de las condiciones relativamente frías de las edades de hielo a un clima más cálido, es inexacto atribuir la extinción únicamente a un breve período frío. Sin duda, el cambio climático afectó los hábitats de muchas especies, obligándolas a adaptarse o desplazarse. Sin embargo, hay evidencia de que algunas especies de megafauna persistieron a través de cambios climáticos similares en el pasado, lo que indica que las variaciones climáticas por sí solas pueden no haber sido decisivas.
3. Interacciones ecosistémicas:La megafauna existía en sistemas ecológicos complejos, lo que significa que su supervivencia dependía de la disponibilidad de fuentes de alimento apropiadas y de interacciones simbióticas con otras especies. A medida que el medio ambiente cambió, estas relaciones se alteraron, lo que provocó declives y efectos en cascada en todo el ecosistema.
4. Interacciones entre factores:Es ampliamente reconocido que el declive y la extinción de la megafauna estuvieron estrechamente relacionados con una confluencia de factores, incluido el cambio climático, la presencia humana, la alteración de los hábitats y los impactos en cascada de estos factores en la disponibilidad de alimentos, las enfermedades y la supervivencia. competencia.
En resumen, si bien un período de enfriamiento significativo puede haber contribuido a los desafíos que enfrentó la megafauna en ese momento, es incorrecto señalarlo como la causa singular de su desaparición. Las interacciones entre múltiples factores, incluida la actividad humana y cambios ecológicos más amplios, resultaron demasiado difíciles de superar para muchas especies de megafauna.