Emisión en EUV: Los bucles coronales se observan en longitudes de onda EUV específicas emitidas por átomos altamente ionizados en la corona solar, como el hierro (Fe) y el neón (Ne). Estas emisiones son características de las temperaturas y densidades que se encuentran en los bucles coronales.
Morfología: Los bucles coronales exhiben distintas formas y estructuras, incluidas arcadas, bucles de abanico y serpentinas de casco. Estas estructuras son consistentes con las configuraciones del campo magnético y la dinámica del plasma en la corona.
Evolución temporal: Los bucles coronales muestran un comportamiento dinámico y evolucionan con el tiempo. Pueden formarse, crecer, encogerse y disiparse en períodos que van desde minutos hasta horas. Esta evolución temporal es coherente con la evolución de las estructuras magnéticas y los flujos de plasma en la corona.
Técnicas de observación: Los bucles coronales se observan utilizando instrumentos de imágenes avanzados a bordo de naves espaciales solares, como el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) y el Espectrógrafo de Imágenes de la Región de Interfaz (IRIS). Estos instrumentos proporcionan imágenes de alta resolución y datos espectroscópicos que permiten a los científicos estudiar en detalle las propiedades físicas y la dinámica de los bucles coronales.
Confirmación de otras observaciones: Los bucles coronales también se observan en otras longitudes de onda, incluidos los rayos X, la luz visible y las ondas de radio. Estas observaciones proporcionan información complementaria y respaldan aún más la existencia de bucles coronales como estructuras físicas.
En resumen, los bucles coronales no son ilusiones ópticas sino características reales de la atmósfera magnética del Sol. Están compuestos de plasma caliente y magnetizado, y su emisión, morfología, evolución temporal y técnicas de observación confirman su existencia como estructuras físicas en la corona del Sol.