Jason-3, una misión conjunta entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia espacial francesa CNES, utiliza altimetría por radar para medir la altura de la superficie del mar con gran precisión. Esta información se puede utilizar para monitorear los cambios en las corrientes oceánicas, los niveles del mar y los patrones de olas, todos los cuales se ven afectados por El Niño.
Al rastrear la altura de la superficie del mar, Jason-3 proporciona datos valiosos para los científicos y pronosticadores que monitorean la evolución y los posibles impactos de El Niño. Esta información ayuda a mejorar las predicciones sobre cómo el fenómeno podría afectar a diferentes regiones y permite a los tomadores de decisiones tomar acciones apropiadas para mitigar posibles impactos negativos.
Además de su función en el seguimiento de El Niño, Jason-3 también contribuye a una gama más amplia de investigaciones y aplicaciones oceanográficas, incluidos estudios climáticos, aumento del nivel del mar, circulación oceánica y hábitats de vida marina. Los datos del satélite ayudan a mejorar nuestra comprensión del papel del océano en el sistema climático de la Tierra y respaldan los esfuerzos para gestionar y proteger los recursos marinos.