La influencia del agua en este escenario se relaciona principalmente con los siguientes aspectos:
1) Agotamiento volátil:
Se cree que el impacto gigante provocó un gran calentamiento y vaporización, lo que provocó la pérdida de elementos volátiles tanto de la Tierra como de Theia. El agua, como sustancia volátil, se habría agotado significativamente durante este proceso. En consecuencia, la Luna, que se formó a partir del material expulsado, tiene una gran cantidad de agua en comparación con la Tierra.
2) Formación y composición de la Luna:
La presencia de agua durante la formación de la Luna podría haber influido en la composición y características de la Luna. Parte del vapor de agua atrapado en el disco de formación de la Luna podría haberse condensado y contribuido al presupuesto total de agua de la Luna. Sin embargo, el contenido de agua de la Luna sigue siendo significativamente menor en comparación con la Tierra, lo que sugiere que la mayor parte del agua se perdió durante el impacto y los procesos de calentamiento posteriores.
3) Magmatismo y Vulcanismo Lunar:
La Luna probablemente experimentó un extenso vulcanismo en sus inicios. El agua, si estuviera presente, podría haber contribuido a facilitar la formación de magma e influir en la composición y propiedades de las rocas volcánicas lunares. Algunas muestras lunares han revelado trazas de agua, lo que indica que los procesos magmáticos en la Luna pueden haber involucrado materiales que contienen agua.
4) Depósitos de hielo polar:
Observaciones recientes han confirmado la presencia de depósitos de hielo en cráteres permanentemente en sombra cerca de los polos de la Luna. Se cree que estos depósitos podrían haberse originado a partir de diversas fuentes, incluida el agua liberada por el impacto de cometas y asteroides, agua implantada por el viento solar y agua liberada desde el interior de la Luna a través de erupciones volcánicas u otros procesos. Comprender estos depósitos de hielo proporciona información crucial sobre la historia del agua de la Luna y los procesos en curso que dan forma a su superficie.
En esencia, la influencia del agua en la historia del origen de la Luna ha revisado nuestra comprensión de las primeras etapas del sistema Tierra-Luna. Destaca las complejas interacciones, el transporte volátil y los procesos dinámicos que dieron forma a las características y composición de la Luna. Las misiones lunares y los esfuerzos científicos en curso tienen como objetivo desentrañar aún más los misterios que rodean el agua en la Luna y su papel potencial en la configuración de su evolución e historia.