Los huracanes se forman naturalmente sobre el océano y son parte del ciclo climático natural. Sin embargo, la evidencia indica que el cambio climático está alterando el comportamiento y la intensidad de los huracanes. Las temperaturas más cálidas del océano proporcionan más energía a los huracanes y los estudios muestran que los huracanes son cada vez más fuertes e intensos. Además, el cambio climático está provocando un aumento del nivel del mar, lo que contribuye al aumento de las inundaciones costeras durante los huracanes.