La visión del telescopio espacial Euclid ha sido restaurada tras una delicada operación que logró derretir una fina capa de hielo que nublaba su visión, anunció el martes la Agencia Espacial Europea.
Se temía que el hielo que se arrastra pudiera retrasar la misión del telescopio espacial europeo, que despegó en julio en la primera misión del mundo para investigar los misterios cósmicos de la materia y la energía oscuras.
Sin embargo, un procedimiento de deshielo para calentar suavemente un espejo óptimo del telescopio "funcionó significativamente mejor de lo esperado", afirmó la ESA.
"Después de que el primer espejo se calentara sólo 34 grados, Euclides recuperó la vista", añade.
En noviembre, los científicos en tierra notaron que estaban perdiendo un poco de luz que llegaba al generador de imágenes de luz visible del telescopio.
Determinaron que el problema era una capa de hielo (que se cree que tiene sólo el ancho de una hebra de ADN) que se estaba acumulando en las superficies ópticas del telescopio.
Hay calentadores a bordo que pueden calentar toda la nave espacial, un proceso que se llevó a cabo poco después del lanzamiento de Euclid.
Pero el calor expande muchos materiales, y calentar ahora toda la nave espacial requeriría una cuidadosa recalibración.
Esto podría retrasar la misión del telescopio durante meses, dijo a la AFP la semana pasada Ralf Kohley, científico de operaciones del instrumento Euclid.
Así que el equipo optó por calentar espejos individuales, con la esperanza de solucionar el problema sin tener que calentar toda la nave espacial.
Kohley había dicho que pasarían por varios espejos diferentes hasta encontrar el correcto.
Pero la ESA destacó que habían resuelto el problema calentando el primer espejo que se intentó.