¿Por qué necesitamos un segundo intercalar? Un físico explica qué está alterando la rotación de la Tierra
La velocidad de rotación de la Tierra cambia constantemente debido a las fuerzas gravitacionales y al cambio climático, dice Jacqueline McCleary, profesora asociada de física en la Universidad Northeastern. Crédito:Matthew Modoono/Universidad del Noreste
El agua de deshielo de los casquetes polares, combinada con el cambio de giro del núcleo de la Tierra, está alterando la rotación de la Tierra hasta el punto de que podríamos necesitar ajustarnos para un "segundo intercalar negativo".
Los efectos del cambio climático se pueden ver en todas partes, en la crisis global de refugiados, en una temporada de alergias aún peor y, ahora, incluso en el concepto mismo del tiempo.
Los científicos han identificado recientemente cómo el agua de deshielo de los casquetes polares está alterando la rotación de la Tierra hasta el punto de que aquellos que realmente se preocupan por la precisión del cronometraje podrían tener que implementar un "segundo intercalar negativo".
¿Eso significa que nuestros días de repente durarán 25 horas? No, pero incluso un cambio de un segundo es significativo en un mundo construido sobre sistemas digitales, como el GPS, que dependen de un cronometraje preciso para funcionar correctamente.
"Durante casi todo el tiempo que existe una sociedad organizada, hemos intentado realizar un seguimiento del tiempo, o al menos de los días o las estaciones", dice Jacqueline McCleary, profesora asistente de física en la Universidad Northeastern. "El núcleo, la corteza, los océanos, el cambio climático, el ajuste isostático de los glaciares –– todos estos factores [están] contribuyendo a un cambio en la tasa de rotación de la Tierra a un ritmo mensurable, algo que se acumularía un segundo por año o algo así eso."
Hay dos métodos principales para medir el tiempo. El Tiempo Universal Coordinado (UTC), también conocido como tiempo astronómico porque se basa en la rotación de la Tierra y su posición entre las estrellas, se ha utilizado durante mucho tiempo como estándar global para relojes y cronometraje. Es en qué se basan las zonas horarias y lo que la mayoría de la gente considera "hora".
Sin embargo, la rotación de la Tierra no es exactamente un ritmo constante, dice McCleary. En realidad, siempre está cambiando a medida que las fuerzas gravitacionales del Sol, la Luna y la Tierra, así como las mareas de la Tierra e incluso la rotación de su núcleo, se enfrentan entre sí.
Para tener en cuenta esto, los cronometradores (que requieren un estándar más exigente) comenzaron a utilizar el tiempo atómico, o Tiempo Atómico Internacional, para determinar la velocidad exacta a la que marcan nuestros relojes. Esta medida varía tan poco que bien podría ser estática.
En 1958, la comunidad internacional de cronometraje acordó sincronizar tanto UTC como TAI.
Sin embargo, en 1972, los científicos notaron que la rotación de la Tierra estaba comenzando a disminuir ligeramente, lo que efectivamente hacía que los días fueran un poco más largos. Como resultado, el tiempo atómico y astronómico comenzaron a divergir lenta pero constantemente. Para mantenerlos sincronizados (una necesidad cada vez mayor a medida que más y más sistemas digitales, como los satélites GPS, requieren niveles de precisión aún más exigentes), se creó el "segundo intercalar".
Proporcionado por la Universidad Northeastern
Esta historia se republica por cortesía de Northeastern Global News news.northeastern.edu.