Una rueda de reacción, una de las partes más pesadas de una misión espacial; su rotación cambiante se utiliza para cambiar la orientación de un satélite, vista en un túnel de viento de plasma perteneciente al Grupo de Diagnóstico de Flujo de Alta Entalpía (HEFDiG) del Instituto de Sistemas Espaciales de la Universidad de Stuttgart. (Servicio de Impuestos Internos). El gas calentado por arco en la cámara de pruebas alcanza velocidades de varios kilómetros por segundo, reproduciendo las condiciones de reentrada, mientras la propia rueda de reacción gira, reproduciendo la caída que tiene lugar cuando un satélite se precipita a través de la atmósfera.
La rueda de reacción en sí proviene de Collins Aerospace en Alemania, que ha apoyado las actividades de Diseño para la Desaparición (D4D) durante muchos años e introdujo varias modificaciones a su rueda de reacción TELDIX, haciéndola más probable que se desmorone durante el reingreso del satélite en apoyo de la desintegración. /P>
Este clip se presentó durante el Taller de Mecanismos Espaciales de este año en el centro técnico ESTEC de la ESA en los Países Bajos y se centró en los requisitos y directrices actuales y futuros para reducir el riesgo de los desechos orbitales, incluida la Carta Cero Desechos de la ESA. Al evento asistieron más de 130 especialistas en mecanismos espaciales de la industria y el mundo académico europeos.
"Los mecanismos espaciales abarcan todo lo que permite el movimiento a bordo de un satélite, desde los dispositivos de despliegue hasta las ruedas de reacción", explica Geert Smet, coorganizador del taller.
"Pero estos mecanismos a menudo utilizan materiales como el acero o el titanio que tienen más probabilidades de sobrevivir al reingreso a la atmósfera. Esto es un problema porque nuestras regulaciones actuales dicen que el reingreso de los satélites debería presentar menos de uno entre 10.000 riesgos de dañar a personas o propiedades en tierra. o incluso uno entre 100.000 para grandes constelaciones de satélites. El grupo Clean Space de la ESA está reaccionando mediante D4D, ideando métodos para hacer más probable la desintegración total de una misión, incluidos mecanismos.