Los agujeros negros primordiales son objetos hipotéticos formados durante los primeros momentos del universo. Según los modelos, se formaron a partir de microfluctuaciones en la densidad de la materia y el espacio-tiempo para convertirse en agujeros negros con masas montañosas del tamaño de un grano de arena.
Aunque nunca hemos detectado agujeros negros primordiales, tienen todas las propiedades necesarias de la materia oscura, como no emitir luz y la capacidad de agruparse alrededor de galaxias. Si existen, podrían explicar la mayor parte de la materia oscura.
La desventaja es que la observación ha descartado la mayoría de los candidatos a agujeros negros primordiales. Por ejemplo, para explicar la materia oscura tendría que haber tantos de estos chirridos gravitacionales que a menudo pasarían por delante de una estrella desde nuestro punto de vista. Esto crearía un destello de microlente que deberíamos observar periódicamente. Varios estudios del cielo han buscado en vano un evento de este tipo, por lo que la materia oscura PBH no es una idea popular en estos días.
Un nuevo trabajo, publicado en arXiv servidor de preimpresión, adopta un enfoque ligeramente diferente. En lugar de observar los típicos agujeros negros primordiales, considera los agujeros negros ultraligeros. Éstas se encuentran en el extremo pequeño de las masas posibles y son tan pequeñas que la radiación de Hawking entraría en juego.
La velocidad de desintegración de Hawking es inversamente proporcional al tamaño de un agujero negro, por lo que estos agujeros negros ultraligeros deberían irradiar hasta el final de su vida en una escala de tiempo cósmica corta. Como no tenemos un modelo completo de gravedad cuántica, no sabemos qué pasaría al final con los agujeros negros ultraligeros, que es donde entra en juego este artículo.
Más información: Stefano Profumo, Agujeros negros primordiales ultraligeros, arXiv (2024). DOI:10.48550/arxiv.2405.00546
Información de la revista: arXiv
Proporcionado por Universe Today