1. Atacantes cualificados :Corea del Sur es conocida por su tecnología avanzada y sus expertos en ciberseguridad altamente capacitados, lo que facilita que los atacantes con sede en el país lancen ataques sofisticados que son difíciles de atribuir.
2. Servidores Proxy y VPN :Corea del Norte y otros actores patrocinados por el Estado a menudo utilizan servidores proxy y redes privadas virtuales (VPN) para enmascarar el verdadero origen de sus ataques, lo que dificulta rastrearlos hasta su origen.
3. Múltiples puntos de acceso :Los piratas informáticos norcoreanos pueden utilizar varios puntos de acceso en diferentes países, incluidos China y Rusia, para lanzar ataques, lo que dificulta a los investigadores determinar su ubicación exacta.
4. Tácticas en rápida evolución :Se sabe que los piratas informáticos norcoreanos adaptan constantemente sus tácticas y técnicas para adelantarse a las defensas de seguridad cibernética. Esto dificulta que los investigadores de seguridad se mantengan al día y atribuyan los ataques con precisión.
5. Falta de cooperación :Corea del Norte a menudo se muestra reacia a cooperar con las investigaciones internacionales sobre ataques cibernéticos, lo que dificulta que las agencias encargadas de hacer cumplir la ley obtengan pruebas y responsabilicen a los atacantes.
6. Desafíos de atribución :Atribuir los ciberataques a un país o grupo específico puede ser un desafío debido a la naturaleza de la guerra cibernética y al uso de diversas herramientas y técnicas que pueden oscurecer la identidad del atacante.