Olor corporal:los mosquitos se sienten atraídos por ciertos compuestos químicos que se encuentran en el sudor humano, como el ácido láctico, el ácido úrico y el amoníaco. Las personas que producen niveles más altos de estos compuestos tienden a ser más atractivas para los mosquitos.
Producción de dióxido de carbono:Los mosquitos son muy sensibles al dióxido de carbono (CO2), que se produce cuando respiramos. Cuanto más CO2 produzcas, más atractivo te volverás para los mosquitos. Por eso las mujeres embarazadas y las personas con sobrepeso u obesidad tienden a atraer más mosquitos.
Temperatura corporal:Los mosquitos también se sienten atraídos por el calor corporal. Las personas que tienen una temperatura corporal más alta o producen más sudor tienden a ser más atractivas para los mosquitos.
Señales visuales:los mosquitos también utilizan señales visuales para localizar sus objetivos. Se sienten atraídos por los colores oscuros, como el negro, el azul y el rojo, y es más probable que muerdan a las personas que visten estos colores.
Factores genéticos:si bien la genética influye en el atractivo que uno tiene para los mosquitos, es importante tener en cuenta que es solo uno de muchos factores. Algunas personas pueden tener una predisposición genética a producir niveles más altos de ciertos compuestos que atraen a los mosquitos, pero esto por sí solo no determina si te picarán o no.
Al comprender los diversos factores que atraen a los mosquitos, puede tomar medidas para reducir el riesgo de ser picado, independientemente de su composición genética.