Crédito:Sociedad Química Estadounidense
Es bien sabido que los perros tienen mejor sentido del olfato que los humanos. Durante años, Los investigadores han estado tratando de desarrollar un detector artificial que sea tan bueno como la nariz de un canino. Ahora, un grupo informa en ACS Nano que fueron capaces de imitar el rastreador de un perro con nanocrolls basados en grafeno.
El interior de la nariz de un perro está revestido con millones de pequeños capilares, lo que crea un sentido del olfato súper sensible. Dado que los capilares cubren una superficie tan grande, pueden detectar olores en concentraciones extremadamente bajas. Inspirándose en la estructura capilar de la nariz del perro, los científicos han intentado imitarlo para crear un detector de gas sensible. Estudios anteriores han tenido cierto éxito en el uso de nanopergaminos basados en grafeno (GNS), que son nanohojas de grafeno enrolladas de manera continua y uniforme. Estos nanocrolls tienen una gran superficie, son estables a altas temperaturas, y son fuertes y duraderos. Pero también son difíciles de fabricar, consume mucha energía y es difícil de escalar. Y estudios anteriores han utilizado grafeno crudo o grafeno modificado que dejaron algunas estructuras desenrolladas, o arrugado y agregado, respectivamente. Entonces Yao Wang, Lei Jiang, Guofu Zhou y sus colegas querían modificar el grafeno con un polímero para hacer nanopergaminos de alta calidad.
El grupo preparó nanopergaminos a base de grafeno con la adición de poli (p-estrirenosulfonato de sodio) utilizando el método de liofilización para crear uniformes, estructuras no agregadas. Tras el examen, los nanocrolls tenían un ancho, forma tubular, y casi todo el grafeno estaba enrollado. Luego, los investigadores incorporaron los nanopergaminos en un sensor de gas, que era muy selectivo y sensible. Finalmente, el equipo señala que este método tiene el potencial para la producción a gran escala.