(PhysOrg.com) - El oro no solo es hermoso en joyería; se ha utilizado durante mucho tiempo como medicina. La medicina moderna se centra particularmente en el oro nanoscópico, que se puede utilizar como agente de contraste y en el tratamiento del cáncer. En el diario Angewandte Chemie , Eugene R. Zubarev y su equipo de la Universidad Rice en Houston han introducido un nuevo proceso de pretratamiento para nanobarras de oro que podría acelerar su uso en aplicaciones médicas.
¿Cómo pueden ayudar las diminutas varillas de oro a combatir el cáncer? Las células cancerosas son más sensibles a la temperatura que los tejidos sanos. y este hecho puede aprovecharse mediante el calentamiento local de las partes afectadas del cuerpo. Aquí es donde entran en juego las nanovarillas de oro. Pueden introducirse en las células cancerosas y las áreas enfermas irradiadas con luz infrarroja cercana (hipertermia fotoinducida). Las varillas absorben esta luz con mucha fuerza y transforman la energía luminosa en calor, que transfieren a su entorno.
Las nanovarillas de oro se producen normalmente en una solución concentrada de bromuro de cetiltrimetilamonio (CTAB) y, por lo tanto, se recubren con una capa doble de CTAB. El CTAB solo se deposita sobre la superficie, no unido químicamente. En un ambiente acuoso, las moléculas de CTAB se disuelven lentamente. Esto es problemático porque CTAB es altamente tóxico. Simplemente omitir el CTAB no es una solución porque sin este recubrimiento las nanovarillas se agruparían. Para que las varillas sean estables y biocompatibles, Se han desarrollado varios métodos de pretratamiento más o menos complejos. Sin embargo, para muchos de estos procesos, no se sabe cuánto de CTAB tóxico permanece en las nanobarras. Otro problema es que el pretratamiento puede interrumpir la absorción de las nanovarillas en las células, que reduce drásticamente el éxito del tratamiento fototérmico del cáncer.
Zubarev y sus compañeros de trabajo han desarrollado ahora una nueva estrategia que resuelve estos problemas:reemplazaron el CTAB con una variante que contiene un grupo de azufre-hidrógeno, abreviado como MTAB. Con varios procesos analíticos, los científicos han podido demostrar que el CTAB en estas nanobarras está completamente reemplazado por una capa de MTAB. Las moléculas de MTAB se unen químicamente a nanobarras de oro a través de sus átomos de azufre. Se unen con tanta fuerza que la capa permanece en su lugar incluso en una solución acuosa y las varillas pueden incluso liofilizarse. Se pueden almacenar indefinidamente como un polvo marrón y volver a disolverse en agua en segundos.
Las pruebas en cultivos celulares demuestran que las nanovarillas de oro MTAB no son tóxicas, incluso a concentraciones más altas. Además, son absorbidos en grandes cantidades por las células tumorales. Los científicos estiman que, en las condiciones de su experimento, una sola célula ocupa más de dos millones de nanobarras. Esto haría posible un tratamiento fototérmico eficaz de los tumores.