* La alineación es clave: Los eclipses ocurren cuando el sol, la tierra y la luna se alinean perfectamente. Debido a que las órbitas están inclinadas, esta alineación no ocurre muy a menudo.
* Alineación constante: Si las órbitas no estuvieran inclinadas, cada vez que la luna estaba en una fase de luna completa o nueva, estaría perfectamente alineada con el sol y la tierra. Esto significa que tendríamos:
* eclipse solar cada luna nueva: La luna pasaría directamente entre el sol y la tierra, lanzando una sombra sobre la tierra.
* Eclipse lunar cada luna llena: La tierra pasaría directamente entre el sol y la luna, lanzando una sombra en la luna.
* previsibilidad: Dado que los eclipses ocurrirían con cada luna completa y nueva, predecirlos sería increíblemente sencillo. Simplemente sabría que ocurriría un eclipse en cada fase específica.
Sin embargo, las órbitas de la Tierra y la Luna no están perfectamente alineadas:
* La órbita de la luna está inclinada unos 5 grados en relación con la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
* Esta inclinación significa que la luna generalmente no pasa directamente entre el sol y la tierra (o la tierra y el sol) durante las fases de luna completa y nueva.
En conclusión: Sin la inclinación orbital, los eclipses se convertirían en un evento regular y predecible. Los testigos con mucha más frecuencia, pero no serían los espectáculos raros e impresionantes que conocemos y apreciamos hoy.