Las muestras fueron recolectadas por la sonda Chang'E-5 del país del Oceanus Procellarum (Océano de Tormentas) en la superficie lunar en diciembre de 2020. La misión también marcó la primera vez en más de cuatro décadas que material lunar ha sido devuelto a la Tierra.
Los científicos de la Academia de Ciencias de China (CAS) publicaron el martes dos artículos de investigación sobre los hallazgos en las revistas Nature y Nature Communications.
El resultado reveló que los materiales más jóvenes de los basaltos lunares devueltos tienen una edad de 2.030 millones de años, lo que indica que la actividad volcánica de la Luna fue mucho más reciente de lo que se pensaba anteriormente, ampliando la historia geológica de las actividades basálticas lunares que ocurrieron hace unos 3.000 millones de años.
La datación por edades muestra que las actividades volcánicas ocurrieron entre 1.100 y 2.000 millones de años después de la formación de la Luna.
Los científicos estiman que el Oceanus Procellarum podría haber sido el lugar donde ocurrieron las erupciones superficiales más jóvenes de la Luna.
El equipo de CAS también reveló que se descubrió que los materiales traídos tenían una composición diferente a la de otros basaltos traídos por misiones anteriores, lo que indica que los procesos geológicos que formaron estos basaltos variaron en las diferentes regiones de la superficie de la luna.
El equipo añadió que la composición de las muestras muestra una anomalía de elementos volátiles como el agua y el monóxido de carbono, lo que sugiere la posible entrega de estos elementos a la Luna por el viento solar y el impacto de micrometeoritos.