Uno de los hallazgos clave de los estudios de meteoritos es la evidencia del transporte de material entre diferentes regiones del Sistema Solar. Esto es particularmente evidente en el caso de las condritas carbonosas, que son meteoritos que contienen abundante materia orgánica y agua. Se cree que estos meteoritos se originaron en las regiones exteriores del Sistema Solar, más allá de la órbita de Júpiter. Sin embargo, contienen materiales similares a los que se encuentran en el Sistema Solar interior, como inclusiones ricas en calcio y aluminio (CAI) y cóndrulos. Esto sugiere que estos materiales fueron transportados desde el Sistema Solar interior a las regiones exteriores, posiblemente mediante planetesimales helados o cometas.
Otro ejemplo de transporte de material en el Sistema Solar temprano es la presencia de material extraterrestre en meteoritos. Esto incluye fragmentos de otros planetas, como Marte y la Luna, así como partículas de polvo interplanetario (IDP). La presencia de estos materiales en meteoritos indica que hubo una cantidad significativa de actividad de colisión e intercambio de material entre diferentes cuerpos en el Sistema Solar temprano.
En resumen, los estudios de meteoritos han proporcionado evidencia del transporte de material en el Sistema Solar temprano, incluido el transporte de materia orgánica y agua desde las regiones interiores a las regiones exteriores, y el intercambio de material entre diferentes planetas y asteroides. Estos hallazgos resaltan la naturaleza dinámica e interconectada del Sistema Solar primitivo y proporcionan pistas importantes sobre los procesos que dieron forma al Sistema Solar tal como lo conocemos hoy.