Esto puede parecer una diferencia minúscula, pero con el tiempo puede acumularse. Por ejemplo, si un astronauta pasara un año en la Luna, regresaría a la Tierra unos 0,02 segundos más joven que si se hubiera quedado en la Tierra.
Si bien esta diferencia es demasiado pequeña para notarse en la vida cotidiana, tiene implicaciones para los instrumentos de precisión y las misiones espaciales a largo plazo. Por ejemplo, si una nave espacial navega utilizando un reloj que no está sincronizado con los relojes de la Tierra, eventualmente podría desviarse de su rumbo.
Los investigadores dicen que sus hallazgos podrían ayudar a mejorar la precisión de futuras misiones lunares y allanar el camino para asentamientos humanos a largo plazo en la Luna.
El estudio se publica en la revista Nature Astronomy.