1. El material de la caja:
* opaco: Si la caja está hecha de un material opaco (como madera, metal o cartón grueso), la luz se bloqueará. No pasará a través. Verás una sombra lanzada por la caja.
* transparente: Si la caja está hecha de un material transparente (como vidrio o plástico transparente), la luz pasará a través de la caja, lo que le permitirá ver qué hay dentro.
* Translúcido: Si la caja está hecha de un material translúcido (como vidrio esmerilado o papel delgado), pasará algo de luz, pero se dispersará, haciendo que los objetos en el interior parezcan borrosos.
2. La superficie de la caja:
* suave: Si la caja tiene una superficie lisa, la luz se reflejará de manera predecible, creando un reflejo claro de la fuente de luz.
* áspero: Si la caja tiene una superficie rugosa, la luz se dispersará en muchas direcciones, lo que dará como resultado una reflexión difusa. Es por eso que no puedes ver un reflejo claro en una superficie rugosa.
3. El ángulo de la luz:
* Perpendicular: Si la luz golpea la caja en un ángulo de 90 grados (perpendicular), la mayor parte de la luz se reflejará directamente hacia la fuente.
* oblicuo: Si la luz golpea la caja en ángulo, parte de la luz se reflejará y algunas se refractarán (dobladas) a medida que pase a través del material.
4. El color de la caja:
* White: Una caja blanca reflejará todos los colores de la luz por igual.
* negro: Una caja negra absorberá todos los colores de la luz, lo que significa que se refleja muy poca luz.
* Otros colores: Una caja de colores reflejará los colores que parece ser y absorbirá el resto.
En resumen:
La interacción de un rayo de luz con una caja depende del material, la superficie, el ángulo y el color de la caja. La luz se puede bloquear, reflejar, refractarse, absorber o dispersar según estos factores.