* La tierra se espiralía hacia el sol. La velocidad orbital es lo que evita que la tierra caiga directamente al sol. Una velocidad más lenta significa que el tirón gravitacional de la Tierra hacia el sol es más fuerte que su impulso hacia afuera, lo que hace que espiral.
* La órbita se volvería más elíptica. La forma de la órbita de la Tierra cambiaría de su forma actual casi circular a una altamente elíptica. Esto significa que la Tierra experimentaría períodos de extrema cercanía al sol (perihelio) y la distancia extrema del sol (afelión).
* Las temperaturas fluctuarían salvajemente. Los cambios drásticos en la distancia desde el sol conducirían a variaciones extremas en la temperatura de la Tierra. Durante el perihelio, la tierra experimentaría un calor intenso, mientras que durante el afelio, experimentaría un frío extremo.
* La vida en la tierra probablemente dejaría de existir. Los cambios drásticos en la temperatura y la naturaleza impredecible de la nueva órbita harían imposible que la mayoría de las formas de vida sobrevivan.
Es importante tener en cuenta que este escenario es puramente hipotético. Reducir la velocidad de la Tierra no es algo que pueda suceder naturalmente, y es poco probable que cualquier evento pueda causar un cambio tan drástico. La órbita actual de la Tierra es increíblemente estable y ha sido relativamente consistente durante miles de millones de años.