No cuantificó la cantidad exacta de velocidad obtenida por segundo, ya que eso depende del ángulo de la inclinación. Sin embargo, sus experimentos demostraron que:
* La velocidad de la pelota aumentó constantemente con el tiempo.
* Cuanto más empinada sea la inclinación, más rápido se aceleró la pelota.
Esta observación innovadora condujo a la comprensión de la influencia de la gravedad en la caída de los objetos y allanó el camino para las leyes de movimiento de Newton.