Sin embargo, en determinados casos, el desplazamiento puede proporcionar información indirecta sobre el volumen de un objeto. Por ejemplo, considere un objeto sumergido en un fluido. Si se conoce el desplazamiento del objeto en el fluido, podemos calcular el volumen del fluido desplazado. Bajo el supuesto de que la densidad del fluido es constante, el volumen del fluido desplazado será igual al volumen de la porción sumergida del objeto.
En este sentido, medir el desplazamiento puede ayudarnos a inferir el volumen de un objeto de forma irregular o de una parte de un objeto que se encuentra sumergido en un fluido.