Cuando se aplica una fuerza a un objeto, puede hacer que el objeto se mueva. La dirección del movimiento estará determinada por la dirección de la fuerza. Por ejemplo, si empujas una pelota, ésta rodará en la dirección en la que la empujes.
2. La fuerza puede cambiar la dirección del movimiento de un objeto:
Si se aplica una fuerza a un objeto que ya se está moviendo, puede cambiar la dirección del movimiento del objeto. Por ejemplo, si lanzas una pelota, ésta viajará en línea recta hasta que otra fuerza, como la gravedad o la resistencia del aire, actúe sobre ella. Si luego golpeas la pelota con un bate, la pelota cambiará de dirección y viajará en la dirección en la que la golpeaste.
3. La fuerza puede detener un objeto:
Si se aplica una fuerza a un objeto que se mueve en la dirección opuesta al movimiento del objeto, puede detenerlo. Por ejemplo, si lanzas una pelota y luego la atrapas, la fuerza de tu mano sobre la pelota hará que ésta deje de moverse.