El movimiento horizontal no es necesariamente constante. Los objetos en movimiento horizontal pueden acelerar o desacelerar debido a diversas fuerzas, como la fricción, la gravedad o las fuerzas aplicadas. Por ejemplo, una bola que rueda sobre una superficie plana eventualmente disminuirá su velocidad debido a la fricción. Un proyectil lanzado horizontalmente experimentará una aceleración constante debido a la gravedad, haciendo que su trayectoria sea parabólica.