Cuando un fluido, como el aire o el agua, pasa junto a un objeto sólido, el movimiento del fluido crea una diferencia de presión en lados opuestos del objeto. Esta diferencia de presión da como resultado una fuerza neta hacia arriba, que se conoce como empuje ascendente por fricción.
El empuje ascendente por fricción es causado por la fricción entre el fluido y la superficie del objeto. A medida que el fluido pasa por el objeto, la fuerza de fricción crea una capa límite de fluido que se mueve lentamente cerca de la superficie. Este fluido de movimiento lento ejerce una presión más alta en el lado del objeto que mira hacia el flujo entrante en comparación con el lado que mira hacia afuera del flujo.
La diferencia de presión entre los dos lados del objeto genera una fuerza neta hacia arriba, que es el empuje de fricción hacia arriba. Esta fuerza es proporcional a la velocidad del fluido, la densidad del fluido, el área de la superficie del objeto y el coeficiente de fricción entre el fluido y la superficie.
El empuje ascendente por fricción juega un papel crucial en diversas aplicaciones y fenómenos, como el vuelo de aviones, el movimiento de barcos y la rotación de pelotas deportivas como pelotas de fútbol y tenis. Es un concepto esencial para comprender el comportamiento de los fluidos y sus interacciones con objetos sólidos.