Los aislantes son materiales que no permiten que los electrones se muevan libremente a través de ellos. Esto se debe a que los electrones de un aislante están estrechamente unidos a sus átomos y no tienen la energía para superar la atracción de los átomos y moverse libremente. Algunos ejemplos de aislantes incluyen caucho, plástico, vidrio y cerámica.