Hay algunos casos en los que la masa de un objeto parece depender de su volumen. Por ejemplo, si llenas un globo con aire, el globo se volverá más pesado. Esto se debe a que el aire dentro del globo tiene masa. Sin embargo, la masa del aire en realidad no depende del volumen del globo. En realidad, es la densidad del aire la que está cambiando. A medida que el globo se llena de aire, aumenta la densidad del aire dentro del globo. Esto significa que hay más masa por unidad de volumen de aire dentro del globo.
Entonces, si bien puede parecer que la masa de un objeto depende de su volumen, en realidad es la densidad del objeto la que determina su masa.