La carga total de un sistema cerrado permanece constante, sin importar los cambios que ocurran dentro del propio sistema.
En forma de ecuación, esta ley se puede expresar como:
$$\sum_{i=1}^{n}Q_i =constante$$
dónde:
* \(Q_i\) es la carga de la partícula \(i^{th}\) en el sistema
* \(n\) es el número total de partículas en el sistema
Esta ley tiene implicaciones importantes en muchas áreas de la física, incluido el electromagnetismo, la química y la física nuclear. Por ejemplo, nos dice que cuando dos partículas con cargas opuestas chocan, no pueden simplemente aniquilarse entre sí y desaparecer. En cambio, la carga total del sistema debe permanecer constante, por lo que las cargas de las partículas deben transferirse a otros objetos del sistema.
Otra consecuencia importante de la ley de conservación de la carga es que la cantidad total de carga positiva y negativa en el universo debe ser siempre la misma. Esto significa que es imposible crear o destruir carga.