Así es como funciona:
1. Cambio de velocidad: Cuando una onda pasa de un medio a otro, su velocidad puede cambiar. Esto se debe a que los diferentes medios tienen diferentes densidades y propiedades elásticas, lo que afecta la rapidez con la que una onda puede propagarse a través de ellos.
2. Cambio de dirección: Como consecuencia del cambio de velocidad, la dirección de la onda también cambia. Esto se debe a que los frentes de onda (superficies de fase constante) tienden a doblarse o refractarse hacia el medio en el que viajan más lentamente.
El grado de refracción depende de las propiedades específicas de los medios involucrados y del ángulo con el que la onda choca contra el límite entre ellos. Estos factores se cuantifican mediante la ley de Snell, que describe matemáticamente la relación entre los ángulos incidente y refractado de una onda.
En resumen, la refracción siempre implica un cambio tanto en la velocidad como en la dirección de la onda a medida que pasa de un medio a otro.