La cantidad de fricción entre dos superficies también se ve afectada por los materiales de los que están hechas las superficies. Algunos materiales, como el caucho y el metal, tienen un coeficiente de fricción más alto que otros materiales, como el plástico y el vidrio. Esto significa que las superficies de caucho y metal crearán más fricción que las superficies de plástico y vidrio.
El peso de los objetos que están en contacto entre sí también afecta la cantidad de fricción entre ellos. Cuanto más pesados sean los objetos, más fricción habrá entre ellos. Esto se debe a que los objetos más pesados crearán más fuerza entre las superficies, lo que aumentará la fricción.
Finalmente, la velocidad a la que se mueven los objetos también afecta la cantidad de fricción entre ellos. Cuanto más rápido se muevan los objetos, menor será la fricción entre ellos. Esto se debe a que cuanto más rápido se mueven los objetos, menos tiempo tienen las superficies para engancharse entre sí y resistir el movimiento.
En general, la rugosidad de las superficies, los materiales de los que están hechas, el peso de los objetos y la velocidad a la que se mueven afectan la cantidad de fricción entre ellos.