Matemáticamente, la fuerza de flotación (Fb) que actúa sobre un objeto se puede calcular mediante la siguiente fórmula:
Fb =ρf * Vd * g
dónde:
ρf es la densidad del fluido en kilogramos por metro cúbico (kg/m³).
Vd es el volumen del fluido desplazado por el objeto en metros cúbicos (m³).
g es la aceleración debida a la gravedad (aproximadamente 9,8 m/s² en la Tierra).
En términos más simples, la fuerza de flotación es igual al peso del fluido desplazado por el objeto. Este principio se conoce como principio de Arquímedes y explica por qué los objetos flotan o se hunden en los fluidos. Si la fuerza de flotación es mayor que el peso del objeto, éste flotará, y si es menor, se hundirá.