En términos más simples, si un objeto tiene más fuerza actuando sobre él en una dirección que en la dirección opuesta, el objeto se moverá en la dirección de la fuerza mayor. La cantidad de aceleración depende de cuánta más fuerza actúa en una dirección que en la otra.
Por ejemplo, si empujas un libro sobre una mesa con la mano, el libro acelerará en la dirección en la que lo empujas. La aceleración del libro dependerá de qué tan fuerte lo empujes. Si lo empujas con más fuerza, acelerará más rápidamente.
Si empujaras el libro con la misma fuerza en la dirección opuesta, el libro no se movería. Esto se debe a que las fuerzas estarían equilibradas y no habría ninguna fuerza neta actuando sobre el libro.
Si empujaras el libro con mayor fuerza en la dirección opuesta, el libro aceleraría en la dirección opuesta. La aceleración del libro dependería de cuánta fuerza más lo empujaras.