Los cuádriceps se encargan de extender la articulación de la rodilla, mientras que los isquiotibiales se encargan de flexionar la articulación de la rodilla. Cuando los cuádriceps se contraen, empujan la parte inferior de la pierna hacia adelante, lo que hace que la rodilla se enderece. Cuando los isquiotibiales se contraen, tiran de la pierna hacia atrás, lo que hace que la rodilla se doble.
Los cuádriceps y los isquiotibiales trabajan juntos para proporcionar estabilidad a la articulación de la rodilla. Cuando los cuádriceps y los isquiotibiales están fuertes, pueden ayudar a evitar que la rodilla se doble o ceda.
Además de su función de producir movimiento en la articulación de la rodilla, los cuádriceps y los isquiotibiales también ayudan a sostener la columna y la pelvis. Los cuádriceps ayudan a evitar que la pelvis se incline hacia adelante, mientras que los isquiotibiales ayudan a evitar que la pelvis se incline hacia atrás.
Los cuádriceps y los isquiotibiales son músculos importantes para la movilidad y función general. Fortalecer estos músculos puede ayudar a mejorar el rendimiento deportivo, reducir el riesgo de lesiones y mejorar la calidad de vida en general.
A continuación se muestran algunos ejercicios que pueden ayudar a fortalecer los cuádriceps y los isquiotibiales:
* Sentadillas
* estocadas
*Prensas de piernas
* Flexiones de piernas
* Curl de isquiotibiales
* Puente de una sola pierna
* Sentarse en la pared
* Pasos ascendentes
Es importante realizar estos ejercicios con la forma adecuada para evitar lesiones. Si es nuevo en el ejercicio, es una buena idea comenzar lentamente y aumentar gradualmente la intensidad y la duración de sus entrenamientos con el tiempo.