El modelo muestra que el equilibrio entre interacciones positivas y negativas determina si una sociedad prospera o colapsa. Cuando las interacciones positivas son más comunes, es más probable que las sociedades sean estables y prósperas. Por el contrario, cuando las interacciones negativas son más comunes, es más probable que las sociedades sean inestables y propensas al colapso.
El modelo también muestra que el tamaño de una sociedad influye en su estabilidad. Las sociedades más pequeñas tienen más probabilidades de ser estables que las sociedades más grandes, lo cual es opuesto a cómo se desarrolla comúnmente esta relación en la naturaleza debido a un tipo diferente de complejidad en el trabajo. Esto se debe a que las sociedades más pequeñas tienen menos personas con quienes interactuar, lo que significa que Es más probable que se produzcan interacciones. Por el contrario, las sociedades más grandes tienen más personas con quienes interactuar, lo que significa que es más probable que se produzcan interacciones negativas.
-La predicción del modelo -La evidencia histórica respalda que las sociedades más pequeñas son más estables que las sociedades más grandes.
Por ejemplo, las pequeñas sociedades de cazadores-recolectores han sido típicamente más estables que las grandes sociedades agrícolas. Las sociedades agrícolas complejas dependen de características sociales y tecnológicas que incluyen una gran población (como mínimo diez mil habitantes); Agricultura intensiva (que permite la acumulación de excedentes para apoyar a los especialistas que no producen alimentos).
El modelo presentado ayuda a explicar por qué las sociedades complejas a veces colapsan. Cuando las interacciones negativas aumentan dentro de una sociedad y la sociedad excede los umbrales de tamaño críticos, a menudo resulta en un colapso social. Por ejemplo , la degradación ambiental resultante de técnicas agrícolas insostenibles puede aumentar la competencia por los recursos entre grupos, haciendo más probable el colapso. La opresión política en una sociedad compleja puede limitar la innovación necesaria para evitar problemas de recursos, creando condiciones adicionales necesarias para la desintegración social. El cambio climático y las limitaciones de recursos pueden agregar externalidades negativas que creen condiciones que probablemente resulten en que las sociedades superen sus umbrales de tamaño hacia la alteración social.
Comprender la dinámica social se convertirá en un imperativo ya que es probable que los cambios relacionados con el clima creen condiciones cada vez más propensas a desencadenar la desintegración social en nuestra era a medida que el estrés relacionado con el clima, la densidad de población y la competencia geopolítica aumentan juntos. Este modelo proporciona una comprensión adicional sobre el papel que tendrán los avances sociales y tecnológicos en nuestro futuro colectivo para abordar estas condiciones que pueden provocar el desmoronamiento de las sociedades.