Los tiburones tienen una válvula espiral, que es un tubo largo y enrollado que recorre sus intestinos. La válvula espiral aumenta la superficie de los intestinos, lo que permite una absorción más eficiente de los nutrientes. La válvula en espiral también ayuda a mezclar los alimentos con las enzimas digestivas, lo que acelera el proceso de digestión.
Los científicos están estudiando la estructura de la válvula espiral para aprender cómo podría usarse para mejorar los dispositivos médicos y las técnicas quirúrgicas. Por ejemplo, la válvula espiral podría usarse para diseñar nuevos stents, que son pequeños tubos que se utilizan para mantener abiertas las arterias. La válvula espiral también podría utilizarse para desarrollar nuevas técnicas quirúrgicas para reparar intestinos dañados.
Además de la válvula espiral, los tiburones también tienen una enzima digestiva única llamada tripsina. La tripsina es una poderosa enzima que descompone las proteínas en moléculas más pequeñas. Los científicos están estudiando la tripsina para saber cómo podría usarse para tratar trastornos digestivos en humanos.
Al estudiar los intestinos de los tiburones, los científicos están aprendiendo cosas nuevas sobre la digestión que podrían conducir a nuevos tratamientos y tecnologías médicas.