Las poleas se han utilizado durante siglos en el lugar de trabajo para facilitar el levantamiento. Típicamente hecha con una cuerda y una rueda, una polea permite a una persona levantar una carga pesada sin usar tanta fuerza como normalmente se necesitaría. El término polea a menudo se usa indistintamente con la palabra polea, pero esto no es técnicamente correcto. Hay algunas diferencias entre una polea y una polea.
Conceptos básicos
Una polea es uno de los seis tipos de máquinas simples. Una polea (pronunciada "shiv") es en realidad parte del sistema de poleas. La polea es la rueda ranurada giratoria dentro de la polea. Esta es la pieza en la que encaja la cuerda.
Trabajando juntos
Una polea fija sin polea cambia la dirección en la que se aplica la fuerza para mover la carga pesada, pero no cambia la cantidad de fuerza necesaria. El uso de poleas múltiples le brinda una ventaja mecánica. De hecho, con cada polea adicional que use en una polea, solo necesita la mitad de la fuerza original requerida para mover el objeto.
Problemas de poleas múltiples
Solo porque las poleas múltiples disminuyen la fuerza necesaria para mover objeto, no significa que se puedan usar docenas de gavillas en una polea. Más poleas facilitarán el trabajo, pero también agregarán fricción. Al agregar más poleas y cuerdas, cada una aumenta la fricción y le quita su ventaja mecánica hasta que finalmente haya hecho su trabajo más duro en lugar de más fácil. Puede usar varias poleas en un sistema de poleas, pero para aumentar la eficiencia, debe colocar las poleas una encima de otra con un eje fijo entre ellas. Esto se conoce como polea compuesta.
Simple pero eficaz
Muchas veces, una polea simple dentro de una polea hará el trabajo con el mínimo esfuerzo. Para que una polea sea efectiva, debe tener el área de superficie mínima posible para la cuerda unida, y debe ser resistente a las abrasiones y deformaciones.