Un ecosistema es una comunidad de organismos que viven e interactúan dentro de un ambiente particular. En un ecosistema acuático, ese ambiente es agua, y todas las plantas y animales del sistema viven dentro o sobre esa agua. El entorno y tipo específico de agua, como un lago de agua dulce o una marisma de agua salada, determina qué animales y plantas viven allí.
Ecosistemas marinos
Los sistemas marinos u oceánicos cubren aproximadamente el 70 por ciento de la superficie de la Tierra y se identifican por la presencia de sales disueltas en el agua. El nivel de salinidad promedia aproximadamente 35 partes por cada mil g de agua, pero puede variar en respuesta al clima o a una fuente cercana de agua dulce. Los organismos marinos deben adaptarse a un nivel de contenido de sal constantemente cambiante o estable y no pueden moverse con éxito de uno a otro.
Tipos de hábitats de agua salada
Los ecosistemas de agua salada varían desde la vida abundante de la costa áreas al fondo oceánico casi estéril. En los hábitats marinos, la cadena alimenticia comienza con el plancton, microorganismos que requieren luz solar para obtener energía y crecimiento, por lo que los sistemas más cercanos a la superficie o en aguas relativamente poco profundas mantienen más vida. Estos incluyen estuarios, marismas, arrecifes de coral y otros hábitats tropicales, y áreas intermareales como lagunas y lechos de algas marinas. La vida animal en los ecosistemas marinos varía desde zooplancton microscópico hasta peces de todos los tamaños hasta mamíferos marinos, incluyendo focas, ballenas y manatíes.
Ecosistemas de agua dulce
Agua dulce: agua potable o poco o sin contenido de sal: admite sus propios ecosistemas acuáticos. Estos incluyen ríos y arroyos, lagos y estanques, humedales e incluso aguas subterráneas. Cada uno de estos sistemas es único, e incluso dentro de las categorías, cualquier hábitat específico se ve afectado por la altitud, la temperatura y la humedad. Por ejemplo, una planta nativa de un lago cálido y poco profundo en los trópicos no podría sobrevivir en las empinadas laderas de un arroyo de montaña frío y rápido.
Vida del ecosistema de agua dulce
Ecosistemas de agua dulce proporcionan hogares para una gran variedad de vida animal incluyendo insectos, anfibios y peces. Una estimación de las especies de peces pone el número que vive en agua dulce en el 40 por ciento del total de la Tierra. Según Brian Richter de The Nature Conservancy, se han catalogado al menos 45,000 especies de peces de agua dulce. Gusanos, moluscos, algas y bacterias viven en sistemas de agua dulce, al igual que innumerables variedades de plantas. Además, animales como aves, nutrias y osos usan ecosistemas de agua dulce como fuente de alimento.
Impacto Humano
El uso humano de los ecosistemas acuáticos también juega un papel en su salud y supervivencia. Los sistemas de agua dulce proporcionan agua para beber, uso agrícola e industrial y saneamiento, mientras que los sistemas marinos proporcionan fertilizantes, aditivos alimentarios e ingredientes cosméticos. Ambos tipos de sistemas proporcionan comida, transporte y recreación. Sin embargo, todo esto está amenazado por la contaminación causada por la escorrentía agrícola y urbana, la introducción (inadvertida o no) de especies exóticas a hábitats específicos, la sobrepesca, el desarrollo costero e incluso el calentamiento global.