Alcanzar el estado fundamental cuántico del sonido en guías de ondas:los científicos dan un paso más
Impresión artística de ondas acústicas enfriadas en un cono de fibra óptica. Crédito:Long Huy Da
Un equipo de científicos del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Luz, dirigido por la Dra. Birgit Stiller, ha logrado enfriar las ondas sonoras viajeras en guías de ondas mucho más de lo que antes era posible utilizando luz láser. Este logro representa un paso significativo hacia el objetivo final de alcanzar el estado fundamental cuántico del sonido en guías de ondas.
Se pueden eliminar los ruidos no deseados generados por las ondas acústicas a temperatura ambiente. Este enfoque experimental proporciona una comprensión más profunda de la transición de los fenómenos del sonido clásicos a los cuánticos y es relevante para los sistemas de comunicación cuánticos y las futuras tecnologías cuánticas.
El estado fundamental cuántico de una onda acústica de una determinada frecuencia se puede alcanzar enfriando completamente el sistema. De esta manera, se puede reducir a casi cero el número de partículas cuánticas, los llamados fonones acústicos, que perturban las mediciones cuánticas, y se puede salvar la brecha entre la mecánica clásica y la cuántica.
Durante la última década, se han realizado importantes avances tecnológicos que han hecho posible poner varios sistemas en este estado. Las vibraciones mecánicas que oscilan entre dos espejos en un resonador se pueden enfriar a temperaturas muy bajas hasta el estado fundamental cuántico. Esto todavía no ha sido posible con las fibras ópticas en las que se pueden propagar ondas sonoras de alta frecuencia. Ahora, los investigadores del Grupo de Investigación Stiller han dado un paso más hacia este objetivo.
En su estudio, publicado recientemente en Physical Review Letters Según informan, pudieron reducir la temperatura de una onda sonora en una fibra óptica inicialmente a temperatura ambiente en 219 K mediante enfriamiento por láser, diez veces más de lo que se había informado anteriormente. Al final, el número de fonones inicial se redujo en un 75% a una temperatura de 74 K, -199 Celsius.
Una reducción tan drástica de la temperatura fue posible gracias al uso de luz láser. El enfriamiento de las ondas sonoras que se propagan se logró mediante el efecto óptico no lineal de la dispersión Brillouin estimulada, en la que las ondas de luz se acoplan eficientemente a las ondas sonoras.
Gracias a este efecto, la luz láser enfría las vibraciones acústicas y crea un entorno con menos ruido térmico, que en cierta medida es un ruido "perturbador" para, por ejemplo, un sistema de comunicación cuántica. "Una ventaja interesante de las fibras de vidrio, además de esta fuerte interacción, es que pueden conducir excelentemente la luz y el sonido a largas distancias", afirma Laura Blázquez Martínez, una de las autoras principales del artículo y estudiante de doctorado en el Grupo de investigación Stiller.