Valor: Los productos familiares a menudo se asocian con una sensación de valor y confiabilidad. Es posible que los consumidores hayan utilizado el mismo producto durante años y confíen en su calidad, rendimiento y resultados. La familiaridad reduce el riesgo percibido asociado con probar algo nuevo, lo que puede proporcionar una sensación de comodidad y valor en la decisión de compra.
Atención: Los productos familiares suelen recibir más atención por parte de los consumidores. Cuando se enfrentan a un estante de productos desconocidos, los consumidores pueden gravitar instintivamente hacia los que reconocen. Esto se debe a que los productos familiares se destacan y requieren menos esfuerzo cognitivo para procesarlos. Las marcas invierten mucho en marketing y publicidad para crear familiaridad y reconocimiento de marca, lo que influye en la atención y las preferencias de los consumidores.
En resumen, los consumidores prefieren productos familiares porque ofrecen una sensación de valor y confiabilidad, requieren menos esfuerzo cognitivo para procesarlos y se benefician de una mayor atención y reconocimiento de marca.