1. Pérdida de hábitat:
El kiwi y el kōkako son aves que habitan en los bosques y se encuentran principalmente en los ecosistemas forestales nativos de Nueva Zelanda. La actual pérdida y fragmentación de estos hábitats forestales debido a las actividades humanas, incluidas la deforestación y la urbanización, plantean amenazas importantes para estas especies.
Las colas de milano, por otro lado, se han adaptado bien a una variedad de hábitats, incluidos bosques abiertos, matorrales e incluso áreas urbanas, lo que las hace menos susceptibles a los impactos de la pérdida de hábitat.
2. Depredación:
El kiwi y el kōkako son aves terrestres, lo que las hace vulnerables a depredadores como gatos, armiños y perros. Estos mamíferos depredadores introducidos representan una grave amenaza para las poblaciones de kiwi y kōkako, ya que se alimentan de sus huevos, polluelos e incluso de aves adultas.
Por el contrario, las colas de abanico son aves arbóreas que construyen principalmente nidos en los árboles, lo que les proporciona cierto grado de protección natural contra los depredadores terrestres.
3. Enfermedad:
El kiwi y el kōkako son susceptibles a diversas enfermedades y parásitos que pueden tener efectos devastadores en sus poblaciones. Por ejemplo, las enfermedades aviares como la aspergilosis y la coccidiosis pueden provocar altas tasas de mortalidad en las poblaciones de kiwi.
Enfermedades como la malaria aviar, transmitida por mosquitos introducidos, también han afectado significativamente a las poblaciones de kōkako en determinadas zonas. Los fantails, aunque no son inmunes a las enfermedades, generalmente se ven menos afectados por estos factores en comparación con el kiwi y el kōkako.
4. Competencia:
Las especies de aves introducidas pueden representar una amenaza para las aves nativas a través de la competencia por recursos como alimento y hábitat. Por ejemplo, el miná común y el mirlo pueden competir con el cola de milano por presas de insectos y sitios de anidación. Sin embargo, el kiwi y el kōkako se enfrentan a una gama más amplia de competidores, como las zarigüeyas y las ratas, que atacan sus nidos y consumen sus fuentes de alimento.
Además, los depredadores aviares introducidos, como los halcones y los halcones, pueden atacar tanto a los fantails como al kiwi/kōkako, lo que aumenta su vulnerabilidad.
5. Tamaño y rango de la población:
El kiwi y el kōkako tienen poblaciones relativamente pequeñas en comparación con las colas de milano. Esto los hace más vulnerables a los efectos de la pérdida de hábitat, la depredación, las enfermedades y otros factores.
Los fantails tienen una distribución más amplia y tamaños de población más grandes, lo que contribuye a su resiliencia y adaptabilidad a las condiciones ambientales cambiantes.