Un nuevo estudio de la Universidad de Lincoln en el Reino Unido sugiere que la respuesta es sí. El estudio, publicado en la revista "Scientific Reports", encontró que los perros mostraron una serie de cambios de comportamiento después de la muerte de su compañero canino, que incluyen:
* Reducción de actividad y alegría
* Aumento del retraimiento social
* Aumento de la vocalización
* Cambios en el apetito y los patrones de sueño
Los investigadores creen que estos comportamientos son similares a los que experimentan los humanos cuando lloran la pérdida de un ser querido.
"Nuestros hallazgos sugieren que los perros pueden tener una comprensión más compleja de la muerte de lo que se pensaba anteriormente", dijo la investigadora principal, la Dra. Emily Blackwell. "Es posible que puedan lamentar la pérdida de un compañero cercano y su dolor puede expresarse de diversas maneras".
En el estudio participaron 46 perros que habían perdido a un compañero canino en los seis meses anteriores. Los perros fueron comparados con un grupo de control de 46 perros que no habían perdido a ningún compañero.
Los investigadores descubrieron que los perros en duelo mostraban diferencias significativas en el comportamiento en comparación con el grupo de control. Eran menos activos y juguetones, pasaban más tiempo solos, vocalizaban con más frecuencia y presentaban cambios en su apetito y patrones de sueño.
Estos hallazgos sugieren que los perros pueden experimentar dolor cuando pierden a un compañero canino. Sin embargo, los investigadores advierten que se necesita más investigación para comprender el alcance total del duelo canino.
"Nuestro estudio proporciona evidencia de que los perros pueden experimentar duelo, pero no sabemos cuánto dura su duelo ni qué tan intenso es", dijo Blackwell. "Tampoco sabemos cómo otros factores, como la personalidad del perro y su relación con su dueño, pueden afectar su respuesta al duelo".
A pesar de estas limitaciones, el estudio proporciona información valiosa sobre la vida emocional de los perros. Sugiere que los perros son capaces de formar vínculos profundos con otros animales y que pueden experimentar dolor cuando esos vínculos se rompen.
Este conocimiento puede ayudarnos a comprender y apoyar mejor a nuestros perros cuando están de duelo por la pérdida de un compañero.