En el ámbito de las redes sociales, los influencers tienen un inmenso poder a la hora de moldear las percepciones de los consumidores y las decisiones de compra. Si bien muchos influencers promocionan productos o servicios con genuino entusiasmo y autenticidad, algunos recurren a tácticas cuestionables para acumular me gusta, seguidores y, en última instancia, ganancias financieras. Estas tácticas a menudo implican manipular a su audiencia mediante estrategias cuidadosamente diseñadas y explotar la psicología humana.
Manipulación psicológica:jugar con las emociones
1. Apelaciones emocionales: Los influencers suelen evocar emociones fuertes para captar la atención. Pueden utilizar anécdotas personales, narraciones emocionales o contenido sensacionalista para aprovechar los miedos, las aspiraciones o la empatía de los espectadores, haciéndolos más propensos a interactuar con la publicación.
2. Miedo a perderse algo (FOMO): Al crear una sensación de urgencia y exclusividad, los influencers pueden desencadenar FOMO. Pueden representar una oferta por tiempo limitado o representar a otras personas disfrutando de un producto, lo que hace que los espectadores se sientan obligados a unirse a la tendencia.
3. Prueba social: Los influencers se basan en el concepto de prueba social, aprovechando la idea de que los productos o servicios populares son más creíbles. Muestran la cantidad de me gusta, comentarios o acciones compartidas para convencer a los espectadores del valor de un producto.
Engaño visual:realzando la realidad
1. Edición de fotografías y filtros: Los influencers frecuentemente mejoran sus imágenes o videos utilizando herramientas de edición y filtros para presentar una versión idealizada de la realidad. Esto puede dar lugar a expectativas distorsionadas sobre la apariencia real de los productos o servicios.
2. Subtítulos engañosos: Los subtítulos suelen proporcionar contexto adicional, pero algunos influencers utilizan deliberadamente información engañosa para llamar la atención. Por ejemplo, podrían afirmar que un producto no contiene crueldad animal cuando no lo es. Esta forma de deshonestidad socava la confianza.
Respaldos falsos y publicidad de incógnito:
1. Asociaciones pagadas: Si bien revelar colaboraciones pagadas es obligatorio en muchos países, los influencers aún pueden ocultar sutilmente el contenido promocional. Es posible que incluyan ubicaciones de productos en sus publicaciones sin etiquetarlas explícitamente como anuncios, desdibujando la línea entre recomendaciones auténticas y contenido patrocinado.
2. Reseñas y testimonios falsos: Algunos influencers crean perfiles de usuario falsos para publicar reseñas entusiastas o comentarios positivos sobre un producto. Esta táctica engañosa puede inducir a error a los consumidores haciéndoles creer que un producto tiene más apoyo del que tiene.
Conclusión:
El atractivo de los me gusta, los seguidores y el dinero a veces puede desviar a los influencers de las prácticas éticas. Como consumidores, es fundamental mantener una actitud crítica, cuestionar las afirmaciones y verificar la información antes de tomar decisiones de compra basadas únicamente en las recomendaciones de personas influyentes. Recuerde, no todo lo que ve en línea es auténtico o genuino. La responsabilidad recae tanto en las personas influyentes como en los consumidores de promover la transparencia y las prácticas éticas en el ámbito del respaldo de las redes sociales.