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    La tecnología digital puede iniciar una nueva revolución científica en la investigación social

    En el final, con la investigación social basada en Internet, los científicos podrían conocer a los humanos más allá de su propio entendimiento. Crédito:Montri Nipitvittaya / www.shutterstock.com

    A través de instrumentos como el telescopio y el microscopio, los humanos han podido aprender sobre los organismos y el mundo físico en el que viven.

    Sin embargo, aunque hemos estudiado el comportamiento humano y las sociedades durante mucho tiempo, no teníamos un instrumento tan poderoso como el telescopio o el microscopio para observar los patrones de comportamiento humano.

    Pero ahora, La tecnología digital y su capacidad para procesar grandes cantidades de datos generados por humanos pueden ser una herramienta poderosa para la investigación en ciencias sociales.

    Internet es similar al telescopio en el sentido de que nos permite observar las cosas de formas que antes no se podían hacer. A través de la tecnología digital, los científicos pueden observar las actitudes y comportamientos de un gran número de personas. Internet permite la observación y, a veces, la experimentación a gran escala.

    La recopilación de "macrodatos" y la capacidad de realizar experimentos a través de Internet, puede ser el comienzo de una revolución científica en la investigación social. Pero hay importantes consideraciones éticas que también deben tenerse en cuenta.

    Cómo comienza la revolución científica

    Las revoluciones científicas comienzan con la invención de nuevos instrumentos.

    Por ejemplo, quinientos años después de la invención del telescopio, El noble danés Tycho Brahe lo usó para observar los cuerpos celestes.

    Recopiló datos sobre la ubicación de los objetos planetarios. No entendió lo que significaban los datos, pero los recogió de todos modos. Los datos recopilados por Brahe se convirtieron en la base de los cálculos del matemático Johannes Keppler. Calculó patrones a partir de los datos de Brahe, y descubrió que los planetas se mueven en forma de elipse.

    Cien años después Isaac Newton formuló la teoría de la gravedad, revolucionando nuestra comprensión de cómo funciona la naturaleza. Al comprender la gravedad, no solo entendemos los movimientos de los planetas y las estrellas, sino que los humanos también podemos crear tecnología como satélites, viajes espaciales y GPS.

    A partir de esa historia, podemos ver que el progreso en la ciencia comenzó a partir de la recopilación de datos pura que fue posible gracias a la invención de nuevos instrumentos de observación. Los matemáticos descubrieron patrones a partir de los datos, ideó teorías y revolucionó nuestra comprensión del universo.

    Similar, los biólogos miraron bajo su microscopio y vieron microorganismos, células, y otras pequeñas cosas que componen la vida. Esto ahora ha progresado hacia avances en las ciencias de la vida, desde encontrar curas para diversas enfermedades hasta la edición de genes.

    Desafíos en la investigación social

    A diferencia de los científicos que estudian ciencias naturales o físicas, Los científicos sociales se han enfrentado a problemas fundamentales al probar y explorar nuevas teorías.

    Al hacer investigación, el método científico es observar y experimentar. Los físicos no entrevistan a los electrones que están investigando. Los biólogos no entrevistan al ADN. Los científicos sociales son los únicos que tendrían que hacer preguntas al sujeto de su investigación.

    Eso no quiere decir que no exista la observación y la experimentación a gran escala en la investigación social. Ellas hacen. Pero es muy limitado. El método común en cuantitativo la investigación social se realiza a través de encuestas.

    Un problema obvio en la investigación de encuestas es que las personas a veces tienen poca memoria sobre sus comportamientos o actitudes. Por ejemplo, una persona a la que se le pregunta cuántas veces revisa su teléfono inteligente en un día puede responder con una amplia gama de números que pueden no ser correctos. Es más, existen, en raras ocasiones, incentivos para que la gente mienta.

    Cómo la tecnología digital puede revolucionar la investigación social

    La tecnología digital registra los comportamientos y actitudes de las personas. Nuestros teléfonos equipados con GPS almacenan datos de movilidad, los bancos y las empresas de tarjetas de crédito poseen nuestros patrones de gasto, y las redes sociales capturan nuestros estados de ánimo y pensamientos.

    A veces no tenemos que preguntarle a la gente sobre sus comportamientos, solo necesitamos observar sus actividades en línea.

    En la investigación social, la experimentación es muy difícil de hacer porque requiere un grupo de control para comparar con los sujetos evaluados, y es muy difícil mantener el entorno controlado. Los científicos sociales no pueden crear diferentes condiciones de vida social porque no podemos crear universos paralelos.

    En Internet podemos controlar el entorno digital. Internet ofrece nuevas oportunidades para la experimentación.

    Áreas de estudio prometedoras

    Un área de estudio prometedora que utiliza experimentos basados ​​en la web es aprender cómo las interacciones entre individuos pueden producir un comportamiento colectivo. Los sociólogos llaman a esto el problema micro-macro, donde las decisiones individuales en conjunto crean resultados sociales.

    Por ejemplo, mi amigo Matthew Salganik, ahora un profesor de sociología en la Universidad de Princeton realizó un experimento para aprender cómo los productos culturales se vuelven populares. Creó un sitio web, donde todos los que visiten podrán escuchar canciones de artistas desconocidos y descargarlas.

    Manipuló el sitio web, mediante la construcción de ocho salas virtuales y la manipulación de la cantidad de canciones descargadas en cada sala, creando universos paralelos.

    Del experimento, Salgalnik descubrió que las canciones populares no funcionaban bien debido a su calidad, sino porque mucha gente los descargó. La gente tendía a escuchar canciones que ya eran populares, y tendía a ignorar las canciones que nunca se habían descargado. Las canciones que se hicieron populares fueron diferentes en cada "universo".

    Ésta es solo un área de investigación. Una canción es algo inofensiva, pero podríamos replicar el experimento en ideologías y sistemas de creencias siempre que tenga una medida definida de comportamiento.

    Preocupaciones éticas

    En el final, con la investigación social basada en Internet, los científicos podrían conocer a los humanos más allá de su propio entendimiento.

    Aún no estamos allí. En este momento, lo más revolucionario que nos brinda Internet es el acceso a big data. Tener estos datos significa que hay muchas formas de probar la teoría del comportamiento social.

    Pero, antes de ir más lejos, todavía necesitamos tener un debate sobre la ética de la investigación social utilizando tecnología digital, especialmente en la cuestión del consentimiento. Algunas empresas de tecnología ya están experimentando sin pedir permiso a sus usuarios:el algoritmo que utilizó Facebook para determinar qué aparece en las líneas de tiempo de los usuarios es un ejemplo.

    Muchos de los que usamos los medios digitales puede que ya hayamos sido sujetos de experimentos sin que nos demos cuenta.

    La promesa de la tecnología digital como un instrumento de observación eficaz para estudiar el comportamiento humano y las sociedades es emocionante. Pero como científicos sociales, también tenemos que tener cuidado. Debemos idear un sistema que incentive a todos a respetar las normas éticas y prevenir daños.

    Este artículo se publicó originalmente en The Conversation. Lea el artículo original.




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