* Temperaturas extremadamente bajas: Las temperaturas invernales pueden caer por debajo de -40 ° C (-40 ° F) e incluso alcanzar -90 ° C (-130 ° F) en la Antártida.
* Cubierta de hielo y nieve permanente: Los glaciares, las capas de hielo y el hielo marino dominan el paisaje.
* luz solar limitada: El sol permanece bajo en el horizonte durante gran parte del año, lo que resulta en largos períodos de oscuridad y frío.
* vientos duros: Los vientos fuertes pueden enfriar aún más el aire y crear escalofríos que se sientan mucho más fríos.
* Adaptaciones únicas: Los organismos que viven en estos entornos hostiles han desarrollado adaptaciones especiales para sobrevivir al frío extremo, como las gruesas capas de grasa, pieles o plumas.
Mientras que tanto el Ártico como el Antártico son extremadamente fríos, la Antártica generalmente se considera el hábitat más frío de la Tierra Debido a su mayor altitud, una mayor distancia del ecuador y la presencia de una capa de hielo masiva.