1. Organización: Los seres vivos están altamente organizados, con estructuras específicas (células, tejidos, órganos, etc.) que trabajan juntos para llevar a cabo procesos de vida. Exhiben una organización jerárquica, desde el nivel molecular hasta el nivel del ecosistema.
2. Metabolismo: Todos los seres vivos tienen un metabolismo, lo que significa que realizan reacciones químicas para obtener y usar energía. Esto incluye procesos como respiración, fotosíntesis y digestión.
3. Crecimiento y desarrollo: Los seres vivos crecen y se desarrollan con el tiempo. Esto implica aumentar el tamaño, la complejidad y la funcionalidad.
4. Reproducción: Los seres vivos pueden reproducirse, creando nuevas personas que comparten su información genética. Esto permite la continuación de la especie.
Es importante tener en cuenta que algunos pueden defender características adicionales, como la adaptación (la capacidad de cambiar con el tiempo en respuesta al medio ambiente) o respuesta a los estímulos (la capacidad de reaccionar a los cambios en el entorno).