* Presión selectiva: El medio ambiente presenta desafíos y oportunidades que favorecen ciertos rasgos. Estos desafíos se conocen como presiones selectivas . Por ejemplo, un clima frío puede seleccionar un pelaje o grueso grueso en animales.
* Soluciones similares: Diferentes especies que viven en entornos similares, incluso si no están estrechamente relacionados, podrían enfrentar presiones selectivas similares. Como resultado, pueden evolucionar adaptaciones similares para prosperar en ese entorno. Estas adaptaciones pueden ser físicas (como alas en murciélagos y aves) o conductuales (como la hibernación en osos y ardillas).
* Estructuras análogas: Las adaptaciones similares que evolucionan a través de la evolución convergente se llaman estructuras análogas . Tienen funciones similares pero diferentes estructuras subyacentes. Esto indica que evolucionaron independientemente, impulsados por las mismas fuerzas ambientales.
Ejemplo:
Considere los delfines (mamíferos) y los tiburones (peces). Ambos han simplificado cuerpos, aletas y una aleta dorsal. Esto se debe a que ambos viven en entornos acuáticos donde estas características son ventajosas para la natación. A pesar de sus orígenes evolutivos muy diferentes, convergieron en formas corporales similares debido a las presiones selectivas de su hábitat compartido.
En resumen:
* El entorno impulsa la evolución convergente al crear presiones selectivas que favorecen ciertos rasgos.
* Las diferentes especies que enfrentan presiones similares pueden desarrollar soluciones similares, incluso si no están estrechamente relacionadas.
* Esto conduce a estructuras análogas que realizan funciones similares pero tienen diferentes orígenes subyacentes.
La evolución convergente es un poderoso ejemplo de cómo el entorno da forma a la vida en la tierra, demostrando la interconexión de los organismos y sus alrededores.