* Pregunta de investigación poco clara: El objetivo de la investigación es vago o no bien definido, lo que dificulta la determinación de la relevancia y la importancia de los hallazgos.
* Muestreo sesgado: La muestra utilizada para el estudio no es representativa de la población de interés, lo que lleva a resultados potencialmente sesgados.
* Recopilación de datos insuficiente: Los datos recopilados son inadecuados para responder a la pregunta de investigación, ya sea debido al alcance limitado, un número insuficiente de participantes o herramientas de medición inapropiadas.
* Análisis débil: Los datos se analizan de manera incorrecta, lo que lleva a conclusiones inexactas. Esto puede incluir el uso de pruebas estadísticas inapropiadas, ignorar la evidencia contradictoria o sacar conclusiones que no están respaldadas por los datos.
* Evidencia insuficiente de reclamos: Las conclusiones se sacan en base a evidencia insuficiente, dependiendo de la información anecdótica o las opiniones personales en lugar de los datos empíricos.
* Falta de consideraciones éticas: La investigación se lleva a cabo sin salvaguardas adecuadas para los participantes, lo que puede provocar daños o explotaciones.
* Ignorando la investigación existente: El estudio no considera investigaciones previas sobre el tema, lo que lleva a una duplicación innecesaria o pasando por alto información importante.
Estos son solo algunos ejemplos, y las características específicas de la mala investigación pueden variar según el campo y la pregunta de investigación.